5 Octubre 2017
¿Qué tan efectivos son los programas de micro emprendimiento para promover el trabajo independiente y aumentar los ingresos de personas con menos oportunidades laborales?
Esta fue la pregunta que buscaron responder los investigadores Claudia Martínez, académica de la Facultad de Economía UC; Jaime Ruiz-Tagle, profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; y Esteban Puentes, profesor asociado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, quienes colaboraron para llevar adelante una evaluación de impacto del programa gubernamental “Programa de Apoyo al Micro Emprendimiento” (PAME), hoy conocido como “Yo Emprendo Semilla”, del Fondo de Inversión Social (FOSIS) del Ministerio de Desarrollo Social.
Los resultados fueron presentados este miércoles 04 de octubre en el seminario “Micro emprendimiento en Chile: su impacto en el empleo y los ingresos”, organizado por el Centro de Políticas Públicas UC y J-Pal LAC.
Más de 100 asistentes llegaron hasta el Centro de Extensión de la Universidad Católica para participar de esta actividad, que además contó con un panel de discusión integrado por Alejandra Jaures, directora regional FOSIS RM; Sebastián Salinas, director de Emprediem; Pablo Coloma, gerente de Emprende Microfinanzas; y moderado por Carolina Hazbún, investigadora del Centro de Políticas Públicas UC.
Sobre la evaluación de impacto
La evaluación del programa se realizó en 27 comunas de la Región Metropolitana, donde los postulantes debían pertenecer al 20% más vulnerable de la población, encontrarse en situación de desempleo o empleo inestable, y ser mayores de 18 años. Entre los seleccionados para ser beneficiarios, una parte recibió el programa PAME de forma estándar y otra parte recibió una variante del programa con una trasferencia de activos adicional. Una tercera parte no recibió el programa y formó parte del grupo de comparación.
Dentro de los datos presentados en el seminario, destaca la medición del impacto del programa tanto a corto como a largo plazo, ya que el estudio midió los resultados a uno y tres años desde su ejecución.
De esto se extrae que, a corto plazo, el programa aumentó el empleo independiente, los ingresos y la aplicación de buenas prácticas en los negocios. Específicamente respecto a la fuente laboral, los beneficiaros de ambos PAME incrementaron su probabilidad de poseer un empleo independiente en 15 y 25 puntos porcentuales, respectivamente, en relación al grupo de comparación.
Mientras que, a largo plazo, se evidenció que los beneficiarios del programa estándar fueron más propensos a encontrar trabajo dependiente, y quienes recibieron transferencia adicional preservaron el trabajo independiente. “El estudio muestra que diferentes asignaciones de activos crean diferentes trayectorias de trabajo. Del grupo estándar, a tres años del programa, hay un incremento en el empleo asalariado. Creemos que esto se debe a que el programa tiene un fuerte componente de capacitación en habilidades blandas, lo que prepara a las personas para optar a otros empleos”, expresó Claudia Martínez.
Otro de los resultados muestra un positivo análisis costo-beneficio, donde la generación de ingresos del programa cubrió y superó los costos implicados en su ejecución.
Respecto a los resultados, Pablo Coloma los calificó como excepcionales, “primero porque hablamos de una población altamente vulnerable y, segundo, por ser una intervención de un programa de emprendimiento”. Agregó que, en el tiempo de su aplicación, había dudas si una intervención enfocada en el micro emprendimiento realmente tendría efectos beneficiosos sobre esta población, por lo que añadió que “el programa ayudó a desencadenar enormes potencialidades emprendedoras y con buenos resultados, por tanto, es una política pública que se debe seguir incentivando”.
Encuentra el audio y la presentación del seminario aquí.
