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Casen 2015: celebrar sin exagerar

28 Septiembre 2016


Los resultados de la Encuesta Casen 2015 son sin duda una muy buena noticia para Chile: la disminución de la pobreza por ingresos en 2,7 puntos porcentuales en un contexto de desaceleración económica es positivo y aunque en pobreza multidimensional la disminución no es tan significativa, es de todas formas una buena señal.Si bien los datos son auspiciosos no podemos olvidar que la cifra de 11,7% corresponde a 2.046.404 personas que viven en condiciones de pobreza en Chile, por lo que esta sigue siendo una preocupación y un desafío muy relevante a nivel de política pública.

Entonces, ¿qué hay que hacer para avanzar? Estudios de la Cepal muestran que es el efecto crecimiento, por sobre el efecto distribución, el factor más importante en la reducción de la pobreza en Chile y en Latinoamérica, por lo tanto sigue siendo clave. De hecho, la menor tasa de reducción observada entre 2013 y 2015 podría estar asociada a las menores tasas de crecimiento del país. Aun así, el crecimiento no basta: existen segmentos de la población y territorios en los que este repercute más rezagadamente o simplemente no se percibe. Es en estos ámbitos donde tenemos mayores desafíos, por lo que debemos focalizar para llegar con mayor precisión a estos grupos donde se experimenta la pobreza en sus dimensiones más críticas.

Focalizar, por ejemplo, en territorios postergados que tienen tasas de disminución de la pobreza inferior al promedio país como es el caso de la Araucanía, que tiene la tasa más alta tasa tanto por ingresos como multidimensional. Si la comparamos con Maule y los Ríos entre 2006 y 2015, las tres tenían las tasas de pobreza más altas de Chile, pero la que ha logrado la menor reducción relativa es la Araucanía. Si miramos su tasa de desempleo, es comparable a la del promedio país, así se hace evidente que es necesaria una intervención más compleja.

Otro caso es el de uno de los indicadores más críticos del ámbito de trabajo y seguridad social en pobreza multidimensional: más de un tercio de la población no está cotizando en el sistema previsional. Ahí se necesita una estrategia focalizada para lograr que personas que están en el mercado del trabajo coticen, pues las lagunas previsionales representan una propensión a la pobreza a futuro. Un tercer segmento en el que se podrían focalizar los esfuerzos son las mujeres en contexto de vulnerabilidad: tienen tasas de participación en el mercado del trabajo más bajas y experimentan tasas de pobreza más altas, particularmente si se trata de jefas de hogar. Una opción sería fortalecer el bono por trabajo de la mujer, que ha sido un instrumento exitoso para incentivar su incorporación a la fuerza de trabajo.

Tenemos que estar contentos con la disminución de la pobreza, pero debe alertarnos que esté disminuyendo a una tasa inferior. Chile ha sido líder en Latinoamérica en reducirla, pero con el menor crecimiento económico lo más probable es que esta reducción sea aún más lenta o, peor aún, que la pobreza aumente. Con una política pública focalizada en los sectores más críticos podríamos contribuir más fuertemente al desafío de superar la pobreza en el país.

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