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Nuevo padrón electoral: perro que ladra, pero no muerde

22 Agosto 2012


La aprobación de la inscripción automática fue larga y costosa. El año pasado, en los pasillos, los parlamentarios reconocían el temor que les producía el ingreso de más de cinco millones de nuevos electores al padrón electoral, una buena parte menor de 30 años.

Ese explosivo incremento introduce, potencialmente, un alto nivel de incertidumbre en las próximas elecciones municipales. Por ejemplo, en Providencia, el alcalde Labbé ganó por 25 mil sufragios la última elección, pero enfrenta un nuevo padrón electoral con 60 mil nuevos votantes.

Más incierto es el panorama para el alcalde Zalaquett en Santiago, quien ganó por 11 mil votos y ahora debe encantar a 127 mil nuevos electores. Incluso en Maipú, en donde el alcalde Undurraga ganó por 56 mil votos, al hecho de que él no vaya a la reelección se le suma la incógnita respecto de cómo votarán los 160 mil nuevos inscritos en esa comuna. Escenarios similares se repiten en la gran mayoría de los municipios, lo que debiera generar un alto grado de preocupación en los distintos comandos.

Sin embargo, diversos estudios recientes relativizan el impacto real que tendrán los nuevos votantes. La encuesta CEP de ayer señala que sólo el 50% de los electores está seguro de participar en las próximas elecciones, lo que ratifica las aprensiones que numerosos expertos manifestaron respecto de la aprobación de un sistema que combinara inscripción automática y voto voluntario.

Un estudio del cientista político UC Juan Pablo Luna (2011) alertaba sobre el riesgo de ampliar formalmente el padrón, pero reducir en la práctica la participación electoral y estratificarla en términos socioeconómicos.En el caso de los jóvenes, lejos del temor parlamentario, la evidencia debiera tranquilizar aún más a la clase política. De acuerdo a la última CEP, sólo el 29% de las personas entre 18 y 24 años están seguros de ir a votar en octubre. Un pronóstico similar entregó hace algunas semanas una encuesta del INJUV, que constataba que sólo el 33% de los jóvenes entre 18 y 29 años votará en las municipales.

Los cinco millones de nuevos electores son sólo un riesgo potencial por ahora. Los últimos datos disponibles muestran que una parte menor de ellos concurrirá a votar el próximo 28 de octubre. Puede que las redes sociales estallen en los meses previos con consignas y críticas, pero, si no se traducen en votos, se ratificarán los pronósticos de los expertos, contándose en octubre menos sufragios que en 2008. Así, difícil que algún candidato se asuste.

Cristóbal Tello, Coordinador de Puentes UC.

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