Saltar al contenido principal
  1. Inicio
  2. Columnas de opinión
  3. Proyecto de carrera docente: Avances y desafíos

Proyecto de carrera docente: Avances y desafíos

21 Marzo 2012


La experiencia de los sistemas educativos exitosos muestra que una de las claves para alcanzar resultados destacados pasa por establecer elevados estándares en la selección de candidatos a la docencia, una exigente formación y el desarrollo de condiciones laborales que ayuden a la retención de profesores efectivos.

El proyecto presentado por el Gobierno constituye un importante avance en esta línea. No sólo considera un aumento de las remuneraciones del sector municipal, sino también un nuevo sistema de progresión en la carrera -basado en el desarrollo de mayores competencias y mejor desempeño- y un fortalecimiento de las atribuciones para que las escuelas gestionen sus equipos docentes. Pero a pesar de este buen punto de partida, es necesario destacar ciertas debilidades que convendría corregir durante la discusión parlamentaria.

Quizá el mayor defecto es que se enfoca sólo en los docentes del sistema municipal. La omisión del mundo particular subvencionado es inadecuada, por cuanto se requiere de una política que afecte al grueso de los profesores del sistema. En el modelo propuesto, los establecimientos particulares subvencionados quedarán fuera del sistema nacional de evaluación de profesores y tendrán menos obligaciones que el sector municipal respecto de los dineros adicionales que reciban. A estas alturas de la discusión, continuar acentuando las diferencias en la regulación de establecimientos de diferentes dependencias resulta inexplicable.

El segundo aspecto cuestionable es la utilización de un examen de habilitación como medida para filtrar quiénes pueden ingresar a la carrera docente. Antes de ser ministro, Harald Beyer indicaba, a propósito de los exámenes de habilitación, que “la evidencia sugiere que la certificación permite el ingreso a la profesión docente de personas que son totalmente inefectivas en la sala de clases y deja fuera a otras que podrían ser muy efectivas. Es decir, provoca errores gruesos significativos”. Además, estos exámenes “han mostrado tener a lo más un impacto muy modesto sobre los aprendizajes de los estudiantes”. Dado que el examen de habilitación parece ser una herramienta inefectiva e ineficiente (interviene sólo una vez que los profesores ya han sido formados), convendría analizar otras estrategias. El propio ministro sugería una: “que el Estado licite la formación docente entre un conjunto limitado de programas que satisfagan altos estándares académicos, profesionales y de selección de sus estudiantes”. Esto acabaría de raíz con un mercado caracterizado por una formación de bajo nivel y una muy pobre selección de candidatos.

Y por último, al no incluir a las educadoras de párvulos, el proyecto las relega a una condición secundaria, desconociendo su fundamental aporte para un mejor desarrollo de los niños y para cimentar las bases de mayor equidad.

Con todo, la presentación de un proyecto de este tipo constituye un enorme avance. Con los ajustes necesarios, podría convertirse en la base de una verdadera transformación para nuestro sistema educativo.

Gabriel Gutiérrez, coordinador del área de educación del Centro de Políticas Públicas.

Volver al principio