10 Septiembre 2014
En Chile, 29 personas morirían cada día a causa del consumo de alcohol, lo que representa un 11% de toda la mortalidad del país. La cifra la entregaron los profesores de la Facultad de Medicina UC Paula Margozzini y Jaime Sapag en el seminario “Consumo riesgoso de alcohol: desafíos de política pública para la prevención”.
“El alcohol es el factor de riesgo que más años de vida hace perder a nuestra población”, explicó la Dra. Paula Margozzini en el seminario organizado por el Centro de Políticas Públicas UC. La académica señaló que la cirrosis hepática “equivale a 22% de toda la mortalidad prematura por alcohol en Chile” y relevó que por cada 10% de aumento de carga de las enfermedades crónicas, el crecimiento del PIB de los países disminuye en 0.5%.
Además, el patrón de consumo intermitente y excesivo es un factor preocupante: el 83% de los chilenos bebe de forma riesgosa para tener daños crónicos, lo que equivale a consumir más de 20g/día en el hombre (2 copas de vino) y 10g/día en la mujer (1 copa de vino).
Dado que Chile es sensible al precio de bienes de consumo que afectan la salud, la Dra. Margozzini explicó el escenario ideal a su juicio: “un alza de 65% en el precio del alcohol bajaría el consumo en 19%, evitando 1.270 muertes anuales”. Esto se traduciría en que no se vendieran botellas de pisco a menos de $4.000 ni latas de cerveza a menos de $400.
Luego, el Dr. Jaime Sapag se refirió a la evidencia internacional en materia de políticas públicas y planteó la necesidad de “avanzar en una política nacional de alcohol integral con foco en el beber riesgoso”. Una de las principales propuestas de los académicos es “priorizar aquellas medidas de carácter poblacional, en particular el precio de venta, la publicidad y la disponibilidad física del alcohol”.
El Dr. Sapag destacó la importancia del precio del alcohol, tema que se debe revisar con la Reforma Tributaria, evaluando los precios según tipo de bebida alcohólica y la posibilidad de fijar un precio mínimo; además de la necesidad de limitar los espacios de la publicidad y la disponibilidad de alcohol, para lo que se deben revisar los criterios de entrega de patentes, horarios, lugares y la edad legal para el consumo. El profesor también relevó la necesidad de fortalecer la fiscalización.
En el seminario participó la directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), Lidia Amarales, quien destacó que el trabajo “es del todo pertinente en un periodo crucial de revisiones de leyes, regulaciones y programas”. Además, valoró “la acertada propuesta de trasladar las medidas a poblacionales más que individuales” y enfatizó la importancia de la prevención disuasiva, como es el caso del Programa Tolerancia Cero que ha logrado disminuir en 28% la mortalidad desde su implementación.
Luego, el senador Francisco Chahuán, integrante de la Comisión de Salud del Senado, destacó la necesidad de que Senda y el ministerio de Salud hagan un trabajo conjunto. “Quiero recoger la propuesta de una sola política nacional para enfrentar el alcohol y drogas”, señaló el parlamentario y se mostró de acuerdo con las medidas planteadas por los académicos, con énfasis en limitar los espacios de la publicidad, necesidad de mayor regulación de la industria y de destinar más recursos a la rehabilitación.
El trabajo de la Dra. Paula Margozzini y el Dr. Jaime Sapag “Consumo riesgoso de alcohol en Chile: tareas pendientes y oportunidades para políticas públicas” será editado próximamente como parte de la Serie Temas de la Agenda. Revise aquí la presentación.
