4 Diciembre 2014
Luego de cuatro meses, Veredas Limpias, el concurso que buscó las ideas más creativas para mejorar las zonas peatonales de las ciudades de Chile, eligió a sus cuatro ganadores: “Mi cuadra se cuadra” se llevó $5 millones, “Jardines en altura” y “Cancha entre veredas” recibieron menciones honrosas, y se premió a la idea favorita del público.
Veredas Limpias, el primer concurso de innovación pública organizado por la Universidad Católica, el Ministerio de Economía y BCI, con el apoyo de la Embajada Británica, recibió 382 propuestas provenientes de todo Chile. Cerca de 200 personas llegaron hasta la Cineteca del Centro Cultural Palacio La Moneda para conocer los diez proyectos finalistas. Cada uno tuvo 5 minutos para exponer frente al jurado y al público su idea, las que habían desarollado previamente en un taller.
El jurado compuesto por Mario Ubilla, decano de la facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos UC; Rodrigo Delgado, alcalde de Estación; Andrés Zahler, jefe de la División de Innovación del Ministerio de Economía; Diego Yarur, gerente de Banco Comercial BCI; y María Paz Ortega en representación de la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, analizó las propuestas y eligió a los ganadores del certamen. El primer lugar recayó en “Mi cuadra se cuadra” de Rodrigo Gutiérrez, un proyecto que busca el “trabajo conjunto entre la comunidad y el municipio” para fomentar la participación activa de los vecinos en el cuidado de su barrio a través de reconocimientos, apoyo e incentivos de la municipalidad.
“Por más plata que uno invierta, si no tienes de tu lado a las personas va a ser en vano. Las personas son parte del problema, pero también son parte de la solución”, explicó Gutiérrez. Por su idea este ingeniero comercial y creador del proyecto De ti depende recibió $5 millones de pesos.
El jurado entregó también dos menciones honrosas que recibieron un millón de pesos cada una: “Jardines en altura” del profesor de San Carlos, Rubén Méndez, transforma las barreras peatonales instalando jardineras que son regadas por un sistema de bombeo solar y una cinta de riego exudante, y el excedente de energía solar se puede usar para luminarias o puertos para cargar celulares. “Cancha entre veredas” recibió la segunda mención honrosa, las estudiantes de Arquitectura María Ignacia Larraín, Catalina Kutscher y Francisca Yáñez propusieron trazar una multicancha en calles residenciales con poco flujo vehicular para que los vecinos se apropien del espacio.
Más de 4.300 personas votaron por sus propuestas favoritas en el sitio web www.veredaslimpias.cl, con 1.249 votos ganó Chicléame de Diego Ortúzar, quien propuso una base fija de acero en la que se ponen afiches que motiven a pegar los chicles ahí en vez de botarlos al suelo o pegarlos en otros lugares. Este proyecto recibió también un millón de pesos como premio.
Cristóbal Tello, director de Veredas Limpias, destacó que “las 10 soluciones finalistas son bienes públicos que este concurso pone a disposición de todas las municipalidades de Chile para ayudar a tener mejores zonas peatonales urbanas”.
Para el jefe de la División de Innovación del Ministerio de Economía, Andrés Zahler, instancias como Veredas Limpias son importantes pues permiten “pensar cómo podemos mejorar los servicios con ideas innovadoras viniendo tanto desde el sector público como desde los ciudadanos”. Asimismo, Diego Yarur, gerente de Banco Comercial BCI, destacó esta alianza público privada para colaborar con los municipios y “buscar soluciones concretas a problemas súper reales”, porque desde su trabajo “vemos cómo se frustran las municipalidades por no poder lograr ayudar a sus comunidades”.
Por su parte, el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, fue enfático en la importancia de la factibilidad de las propuestas. “Son proyectos que en general se pueden aplicar, que con una buena difusión, con un buen trabajo comunitario pueden ser muy exitosos”, señaló.
En tanto José Allard, director de Diseño UC, destacó “la variedad de las ideas y del público que participó” y que a la hora de elegir a los ganadores primó la viabilidad de los proyectos e incentivar la participación de las comunidades.
Los diez finalistas cedieron los derechos de sus ideas, por lo que ahora cualquiera de los 345 municipios a lo largo de Chile pueden tomar los proyectos, adaptarlos a sus necesidades e implementarlos.