19 Julio 2013
El encuentro tuvo como expositora central a Rema Hanna, profesora asociada de Harvard Kennedy School y directora científica de J-Pal Sudeste Asiático. El foco de sus estudios en terreno era poder detectar a los más vulnerables dentro de los pobres.
Para esto, dio a conocer tres metodologías que probaron en Indonesia. La primera es el Proxy-means test (PMT, equivalente a la Ficha de Protección Social en Chile), donde el gobierno encuesta a los pobladores de una región; la segunda es la Focalización basada en la comunidad, donde la propia comunidad decide quiénes merecen la ayuda social, y la tercera es la Auto Selección, en donde los interesados deben postular y luego se revisan los datos para decidir quién debe recibir la ayuda de los distintos programas sociales.
Uno de los hallazgos de las investigaciones de Hanna es que “las comunidades son mejores para saber quiénes son los realmente pobres”. Además, destacó que hubo menos quejas por los resultados al usar la focalización basada en la comunidad. “Si comparamos todas las dimensiones estudiadas, los pobladores tuvieron mayor satisfacción en los resultados del método comunitario”.
Sin embargo, el método comunitario puede involucrar costos más altos que el de la autoselección en el corto plazo. Aunque para Hanna “el costo más grande es focalizar mal y no dar recursos a los pobres”. Finalmente la académica concluyó que el programa a utilizar depende de cuáles son tus prioridades.
La presentación fue comentada por un panel compuesto por Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC; Francisco Gallego, académico del Instituto de Economía UC y Director Científico de J-PAL Latinoamérica y Cristián Crespo, jefe del Departamento de Estudios de la División de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social.
Para Ignacio Irarrázaval, la focalización debe ser un medio para mejorar la distribución de un programa. “Nuestra estructura institucional no sé si nos permitiría realizar ese método. Sin embargo, veo que hay una necesidad de considerar a la comunidad para mejorar”, agregó el director del Centro de Políticas Públicas UC. En su comentario también enfatizó que hay que analizar la pequeña pérdida de precisión del método comunitario comparándola con las mejoras de satisfacción.
Cristián Crespo recalcó que en Chile hay que considerar el tamaño de la muestra. “En nuestro país, hay más de 11 millones de personas que tienen ficha de protección social. En el Ministerio estamos trabajando para cambiar la ficha y usar variables verificables que no generen incentivos no deseados”. Sin embargo, considera que se debería incorporar a la comunidad en la construcción de una mejor medida de bienestar.
Por su parte, Francisco Gallego aclaró que existen distintos instrumentos para objetivos diferentes. “Llegar a la gente más pobre no es fácil, hay errores de inclusión y exclusión”. Para el académico, las investigaciones de Rema Hanna demuestran que podemos hacer evaluaciones rigurosas antes de implementar políticas públicas.
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