23 Marzo 2017
El rápido cambio demográfico que vive Chile llevará a que una de cada cuatro personas sea mayor de 60 años en 2050 y es la salud el determinante más importante de calidad de vida en este segmento de la población. “Los sistemas de salud que limitan la morbilidad y entregan acceso amplio a servicios médicos son claves para mejorar la autopercepción de salud y calidad de las personas mayores”, explicó Juan Carlos Rodríguez, académico de la Escuela de Medicina UC en el seminario Población que envejece, organizado por el Centro de Políticas Públicas UC.
El geriatra realizó junto a Marcela Serrano, académica de Medicina UC, y Moisés Russo, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Diego Portales, el estudio “Políticas públicas para una población que envejece: panorama y propuestas para el sistema de salud chileno”.
Rodríguez aclaró que los principales motores de aumento del gasto en salud son “el cambio tecnológico, el crecimiento económico y la proximidad a la muerte”, no la edad, como suele creerse.
En Chile el 63% de las personas mayores dice estar satisfecho con su vida, aunque 61% refiere que su salud es mala o regular y hay un aumento de personas mayores a las que les gustaría asistir a un servicio de geriatría. Entre 20% y 40% tiene algún grado de dependencia, cifra que llega a 45% sobre los 80 años. “Existen grandes disparidades en salud según el estrato socioeconómico”, comentó Rodríguez. Mientras la dependencia es de 28,7% en el NSE alto, en el NSE bajo llega a 60,1%.
Los académicos analizaron los programas del sistema de salud dirigidos a personas mayores – como el de alimentación complementaria y el Examen de medicina preventiva del adulto mayor– y sus costos. Según sus estimaciones, 18% del gasto GES (Garantías Explícitas en Salud) se destina a estas personas, apenas 3% iría a patologías exclusivas para adultos mayores y 15% a patologías no exclusivas. Mientras los países OCDE gastan, en promedio, 40% en esta población.
El Dr. Rodríguez reconoce que “el sistema de salud chileno tiene amplia cobertura; sin embargo, hay desafíos de implementación e integración”. Entre sus propuestas está promover la salud para un envejecimiento saludable, formar profesionales con las competencias básicas para tratarlos y estimular la formación de expertos. “Priorizar la prevención podría mejorarla calidad de vida de las personas mayores y reducir los costos en salud”, recomendó el geriatra.
Luego, en el panel de comentarios, Rosita Kornfeld, directora del Centro de Estudios de la Vejez y Envejecimiento UC, señaló la necesidad de “considerar un enfoque de salud basado en derechos”. “Las personas mayores deben contar con servicios de salud accesibles, asequibles y de buena calidad”, enfatizó y coincidió con los autores en la necesidad de “promover la autovalencia y prevenir la dependencia”.
El director del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, Antonio Infante, destacó que el documento muestra que la edad no genera aumento en gasto de salud: “Destruir ese mito me parece fundamental”. El médico fue crítico al señalar que “el tema de las personas mayores no es de salud”, dado que existen otros componentes como la previsión y la vivienda.
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