28 Enero 2021
Carolina Muñoz, Carla González, María Olaya Grau, Jorge Farah, Paula Miranda, Nicole Álamo, Ximena de Toro, y Sofía Cillero, son los profesionales de Trabajo Social UC que participaron del proyecto encomendado por la Presidencia de la República, y donde contaron con el apoyo de la Fundación Cideni, presidida por Miguel Cillero. “Lo que se nos pidió como resultado es que hubiese un apoyo integral a los pacientes y sus familias. Es decir, que no fuese desintegrado, sino que todo esto forme parte de la intervención clínica”, explicó Jorge Farah.
Dicha atención integral consistió en generar un apoyo desde la perspectiva socioemocional de quienes experimentan de cerca la enfermedad del COVID-19, y que dio como resultado el programa modelo Reconectando, el cual establece ciertos servicios concretos para que dentro de la atención médica exista un sostén ante la conmoción por la cual atraviesan los pacientes y sus familias.
Algunas de las acciones concretas que considera el programa, son una serie de herramientas de contención social y emocional, dentro de las que están los primeros auxilios psicológicos, la educación sobre la enfermedad, habilitar a las familias para afrontar el estrés y fomentar grupos de apoyo voluntarios.
Además, uno de los pilares de la iniciativa, es la insistencia a no dejar de lado el proceso de muerte digna de los pacientes, por encontrarse dentro de la urgencia que genera la pandemia y el colapso de los hospitales. “No podemos olvidar, a pesar de estar en una situación crítica, que las personas tienen que morir acompañados, con la posibilidad de despedirse y con la asistencia espiritual posible”, dijo Carolina Muñoz, directora de la Escuela de Trabajo Social UC.
El seminario contó también con la participación de panelistas que fueron invitados a comentar estas propuestas: Felipe Medina, jefe del departamento de satisfacción usuaria y participación del Servicio de Salud Metropolitano Oriente; y Cecilia Rodríguez, vocera de Alianza Chilena de Agrupaciones de Pacientes.
Medina comentó su experiencia trabajando dentro del contexto de atención de salud, y valoró el aporte que significó para ellos la implementación de este programa. En sus comentarios, planteó la relevancia que tienen los trabajadores sociales en contextos de crisis como el actual. “Hoy en día, el rol del trabajo social en salud es igual de importante que la intervención médica. La importancia de nuestro rol, de dar la información en el momento oportuno y en el lugar adecuado, de verdad es fundamental”.
Además, enfatizó en la necesidad de no perder el respeto hacia el paciente y su familia, solo por estar trabajando en un entorno de urgencia. “El trato digno hacia la familia y el paciente, aunque ahora suena obvio, no fue tan obvio unos meses atrás”, concluyó.
Una reflexión similar entregó Cecilia Rodríguez, quien estableció que en el último tiempo se utilizan mucho los términos “centralidad en la persona” y “humanización”, pero que es urgente recuperar el sentido real de aquellos conceptos. Desde la perspectiva de los pacientes, manifestó su esperanza de que este tipo de iniciativas se mantengan de forma permanente. “Espero que este proyecto sea recibido más allá del COVID. Y que proyectos como este muestren la necesidad de los equipos interdisciplinarios presentes en los hospitales, no solo en momentos de crisis”.