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“Clasificación de escuelas en la nueva institucionalidad educativa”

23 Agosto 2012


La propuesta de los académicos UC Ernesto San Martín y Alejandro Carrasco, busca contribuir al debate en torno a la clasificación de escuelas a la luz de la nueva institucionalidad educativa, que contempla la creación de la Agencia de Calidad de la Educación, que deberá clasificar a los establecimientos educacionales en términos de su efectividad escolar.

“Lo que un establecimiento hace está lejos de ser completamente capturado por los factores o co-variables que se miden a nivel de escuela”, aseguran los investigadores, quienes consideran que la actual medición realizada a través de la prueba SIMCE no es suficiente, y que por lo tanto deben contemplarse modelos de valor agregado, que incluyan por ejemplo el nivel de selectividad de las escuelas.

Para los autores, el uso del SIMCE sin ajustes como indicativo de los estándares nacionales de aprendizaje es insuficiente para estimar si los establecimientos educacionales mejoran o no por efecto de su propia agencia, puesto que informa sobre los resultados absolutos obtenidos por las escuelas, o relativos en relación a sus pares, sin tomar en cuenta la estructura multivariada que explica el desempeño de las escuelas, ni descontar los efectos de factores ajenos a su control.

La nueva normativa indica que las escuelas serán clasificadas dentro de cuatro grupos, según los niveles de desempeño alcanzados en pruebas censales, como la prueba SIMCE; y deja abierta la posibilidad de incluir modelos de valor agregado para realizar dicha clasificación.

El proyecto propone incorporar el valor agregado de un establecimiento educacional que corresponderá a “lo que la escuela agrega para predecir los puntajes SIMCE 2009 por ejemplo más allá de lo que se puede predecir considerando que los estudiantes estén en una escuela promedio”.

Para los académicos en consiguiente un sistema educativo que avanza en poner mayor presión a sus escuelas y que asocia consecuencias al desempeño, requiere en paralelo de dispositivos para una responsabilización justa que permita distinguir con mejor precisión aquellos establecimientos que avanzan de los que no lo hacen.

Nuestro país no ha desarrollado sistemas de medición de valor agregado ni existen a nivel de Estado modelizaciones para estimar si las escuelas agregan o no valor en los aprendizajes de sus estudiantes. A juicio de los autores, esta es una pieza central para la puesta en marcha de una agencia aseguradora de la calidad.

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