12 Enero 2021
La crisis generada por la pandemia del COVID-19 ha enfrentado a todos los sectores de la sociedad a una fuerte adaptación, donde rearticularse resulta clave para reaccionar eficazmente a las necesidades de quienes se han visto más afectados por la emergencia sanitaria.
Cómo se ha dado ese rearticulación y de qué manera ha aportado el mundo empresarial en este complejo escenario, fue el tema analizado en el seminario Colaboración entre empresa y sociedad civil: Desafíos y aprendizajes a partir de la pandemia, organizado por el Centro de Políticas UC, a través de su proyecto Sociedad en Acción, que se llevó a cabo el viernes 8 de enero, vía Zoom.
“La colaboración entre personas e instituciones se basa en un aporte común y gestión de recursos. Cuando hay colaboración no se trata solo de traspasar recursos, dinero, aportes en especie, también hay un aporte en la movilización de competencias”, mencionó en la instancia Ignacio Irarrázaval, director del Centro. Y es así como a través de distintos esfuerzos, las empresas han asumido nuevas responsabilidades durante la pandemia para aportar al contexto actual y trabajar colaborativamente con otras organizaciones.
Una iniciativa que busca representar esa motivación –y que fue analizada durante el seminario- es “SiEmpre por Chile: solidaridad e innovación empresarial”, causa que nace a partir del primer caso de coronavirus en Chile y que se aloja en el Fondo Privado de Emergencia para la Salud de Chile, inaugurado el 25 de marzo del 2020. Este proyecto es parte de un esfuerzo conjunto de la CPC y sus seis ramas, y busca conectar y coordinar a distintas organizaciones para poder abarcar situaciones que han sido visibilizadas por la pandemia. A la fecha, la iniciativa ya cuenta con 111.000 millones recaudados, más de 100 empresas participantes, 89 fundaciones, y alrededor de 360.000 personas beneficiadas.
Solidaridad, innovación y colaboración, son los pilares que Juan Sutil, presidente de la CPC, estableció como guías de la iniciativa. También, enfatizó en la necesidad de contar con un nuevo sistema de donaciones, que permita realizar un trabajo más eficaz. “Nosotros requerimos unificar una ley que permita enfrentar las donaciones y la filantropía en Chile, porque es tan bonito lo que ha ocurrido con SiEmpre por Chile, y la conexión de tantas personas, fundaciones y sociedad civil, que podría ser un buen ejemplo para seguir”, dijo Sutil en el encuentro virtual.
Organizaciones en terreno
Los demás panelistas participantes del seminario virtual fueron Fernanda Vicente, directora de Por Todas; Sebastián Bowen, director ejecutivo de TECHO-Chile; y Carlos Ingman, presidente de la Red de Alimentos, donde compartieron sus experiencias respecto al trabajo en la pandemia y la conexión que tuvieron con el programa SiEmpre por Chile.
La organización Por Todas realizó esfuerzos relacionados a potenciar el liderazgo femenino que emerge de las comunidades y que se visibiliza por medio de las ollas comunes. Durante el año pasado, realizaron un piloto de seis meses donde aportaron en 19 ollas comunes distintas, las que entregaron cerca de 400.000 almuerzos.
Su directora enfatizó en que si bien su llegada a SiEmpre por Chile fue por el tema alimenticio, lo que buscan actualmente es promover un nuevo modelo de colaboración, donde el rol femenino esté en el centro del proceso de identificación y solución de los problemas país y el sector empresarial actúe como motor principal en la regeneración social. “Nosotras ya no creemos en la Responsabilidad Social Empresarial, no creemos en la caridad, nosotras vemos a las empresas como actores centrales de la sociedad, como actores centrales de lo que Chile necesita”, estableció Fernanda Vicente.
Otra organización que ha estado activa durante la pandemia es TECHO, quienes trabajaron con la CPC en el programa Chile Comparte Salud, el que buscaba aportar en la descongestión de los hospitales por medio del fortalecimiento de la atención primaria en diversos sectores vulnerables. Dicho esfuerzo dio como resultado el desarrollo de 40 dispositivos móviles que llegaron a 900 comunidades a lo largo del país, para lo que debieron realizar una planificación conjunta con los Cesfam, municipios, dirigentes vecinales, entre otros. “La colaboración no era un ideal, la colaboración era una exigencia”, dijo Bowen, quien además planteó que “la sostenibilidad de la alianza entre instituciones se da en la medida que ambas tengan un propósito claro, y que esos propósitos sean complementarios entre ellas”.
Durante estos meses de pandemia, Red de Alimentos se ha encargado de entregar más de 5.000 cajas básicas a las familias, las que se traducen en cerca de 12 millones de kilos en comida. Además, colaboraron con su experiencia en la materia para coordinar y organizar a distintas entidades que trabajan en temas similares en distintos sectores del país.
Carlos Ingman, presidente de la ONG, enfatizó en que uno de los grandes aprendizajes de la pandemia es la necesidad de generar una red permanente que permita unificar los esfuerzos de distintos grupos sociales, de manera de seguir trabajando en la temáticas que se hicieron visibles durante el 2020. “Tenemos que dejar las redes conectadas entre lo público, privado, la sociedad civil y el Estado, para poder asistir con algo más mecánico y estable”, dijo.
Reflexiones hacia un nuevo paradigma
Cuando nació la idea de SiEmpre por Chile, a Nicolás León, director ejecutivo del Fondo de Emergencia, le encomendaron actuar con rapidez, focalización y coordinación, de manera de poder identificar tanto los problemas, como las organizaciones que podían aportar en su solución.
A la fecha, mirando en retrospectiva el trabajo realizado, el director de la iniciativa destacó como una de las fortalezas del proceso la existencia de un gran capacidad instalada en la sociedad civil, la que se refleja en una gran conexión con los territorios y un conocimiento especializado en temas sociales. En ese sentido, destacó como uno de los grandes desafíos el lograr unificar todos los esfuerzos que hacen las organizaciones que hoy se encuentran atomizadas, de manera de generar una mejor coordinación tanto entre ellas como con el Estado.
Finalmente, en el marco de las reflexiones para el futuro, León destacó la necesidad de que las empresas sigan fortaleciendo su rol social y que la conexión de éstas con otras organizaciones sea una alianza que vaya más allá del aporte monetario. “Hoy día existe una oportunidad importante de profundizar la vinculación de las organizaciones de la sociedad civil con las empresas, no solo viéndolas como un cajero, sino que buscando innovaciones o soluciones que entreguen beneficio mutuo”, concluyó.
Revisa el seminario completo aquí