13 Diciembre 2023
La academica de la Escuela de Gobierno, Magdalena Gil, presentó los resultados del estudio “Desafíos Emergentes en Prevención de Incendios”, realizado junto al Centro de Políticas Públicas UC.
En la actualidad, Chile se enfrenta a nuevos desafíos respecto al riesgo de desastres. Los incendios se han vuelto no solamente más prevalentes en el país, sino también más intensos en términos de su expansión, velocidad y temperatura.
El miércoles 13 de diciembre, se presentó la investigación “Desafíos Emergentes en Prevención de Incendios”. Esto, en el marco de un seminario realizado junto al Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y la Vicerrectoría de Investigación UC. El texto fue elaborado por la profesional del Centro de Políticas Públicas, Florencia Cruz, y la académica de la Escuela de Gobierno, Magdalena Gil, quien presentó los resultados de la investigación.
Entre 2013 y 2022, 1.200 hectáreas han sido consumidas por el fuego, llegando a afectar a un total de 21 mil personas, según datos de Conaf. La temporada 2016-2017 mostró esta nueva realidad, constituyendo un récord respecto a la superficie afectada y personas damnificadas, lo que incrementó significativamente la producción de conocimiento relacionado con los incendios forestales a nivel nacional.
Con el objetivo de contribuir a la adaptación de nuestro país al nuevo régimen de siniestros, el estudio presenta una síntesis de los aprendizajes de gestión y prevención de estudios anteriores de la Universidad. Además, discute los desafíos emergentes identificados a partir de entrevistas a diez expertos en gestión y prevención de incendios forestales y/o de riesgo de desastres.
Las principales problemáticas identificadas fueron seis:
Primero, la necesidad de tener más y mejor información sobre el inicio de los focos de los siniestros, por la importancia que tiene en la mejora de la gestión y por la percepción de la ciudadanía. Esta última, estaría inclinada a que la causa principal de los incendios es por acción de terceros. Sin embargo, Gil explicó que, a pesar de que esta cosiste en una de las principales causas, hay muchas otras más a considerar.
En segundo lugar, existe una necesidad de mayor participación social en los procesos de prevención y mitigación de incendios forestales. Debido a la importancia de actuar oportunamente ante un incendio, las comunidades de forma autoconvocada se han comenzado a organizar. Consistiendo en un problema y tema a discutir por la relevancia de la gestión temprana del foco.
En la misma línea, aunque se ha mejorado, hay que incrementar la información territorial disponible (sobre todo sobre la propiedad de terrenos, material, combustible, condiciones climáticas y disposición de fuentes de agua) para estrategias de prevención y gestión.
Comprender las implicancias del desarrollo informal de viviendas, por la vulnerabilidad de las personas que habitan estas viviendas pueden tener frente a un incendio, y también porque se convierten en fuente de incendios y supone un riesgo para la comunidad.
Por otro lado, se encuentran las nuevas oportunidades tras las últimas modificaciones normativas e institucionales vinculadas a la prevención y gestión del riesgo de desastres y el nuevo contexto constitucional. Ejemplo de esto es la Ley 21.364, que crea el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), y la Ley Marco de Cambio Climático N.º 21.455.
Finalmente, se mencionó como tema a dialogar, las condiciones y características del trabajo de los brigadistas forestales en Chile, que, según Gil, “no hay mucha seguridad de que estemos bien en el manejo y combate del fuego”.
Se destacó que el planteamiento de estos seis desafíos emergentes —algunos de los cuales no los aborda el sistema de investigación y conocimiento nacional— pretende situar esta discusión en las políticas públicas, para avanzar en su desarrollo y mejora.
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