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Desmunicipalización: ¿la única salida?

4 Abril 2014


Si el problema es la mala calidad de la educación pública, ¿la desmunicipalización es la “única” solución? Estudios sobre la Subvención Escolar Preferencial muestran que este programa está dando resultados positivos.

Existe consenso sobre la crisis de la educación municipal, cuyo dato más visible es una baja sostenida en la matrícula en relación con los establecimientos particulares subvencionados.

Una buena parte del problema está en que las responsabilidades de la gestión de la educación pública han estado diluidas. La capacidad de gestión del municipio ha sido limitada desde el gobierno central,  dejándolos casi sin atribuciones relevantes en lo técnico-pedagógico.

Por su parte, el Estatuto Docente rigidizó el sistema de remuneraciones y los incentivos a los profesores de ese sector educacional. A su vez, el gobierno central ha generado programas compensatorios o complementarios, que terminan distrayendo a la escuela pública de su rol esencial. En este sentido, es posible preguntarse quiénes quisieran hacerse cargo de una empresa en la cual los sueldos e incentivos los fija otro, hay pocas posibilidades de reasignar recursos y escasas atribuciones respecto del giro esencial de esa actividad.

Tanto las restricciones de gestión como la falta de responsabilización han repercutido en una gestión municipal de la educación bastante heterogénea. No es efectivo que toda la educación municipal es deficiente, tampoco lo es que los municipios pequeños no pueden ofrecer un mínimo de calidad. Para ilustrar este aspecto, cabe mirar los resultados del Simce 2012 de cuarto básico para darse cuenta que municipios como Licantén, Tomé, Laja y San Nicolás se encuentran en los rangos superiores de logro junto a Vitacura, Las Condes y Providencia.

Tal como lo observó un informe del 2011, la educación pública gestionada por los municipios tiene un importante rol de “proveedor de última instancia”, pudiendo ser una mejor garantía en el ejercicio del derecho a la educación que la de gestión privada. Por otra parte, al tener un arraigo local, la educación municipal tiene una mayor capacidad de articulación en red y puede proporcionar un importante soporte socioeconómico a las familias en condiciones de vulnerabilidad.

Si el problema es la mala calidad de la educación pública, ¿la desmunicipalización es la “única” solución? Diversos estudios sobre la implementación de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) muestran que este programa -que beneficia principalmente a la educación municipal- está dando resultados positivos. En esta iniciativa se conjugan varios aspectos: más recursos en función de una mayor matrícula de niños en situación de vulnerabilidad, identificación de oportunidades de mejoramiento que son financiadas por la SEP y exigencias claras a la escuela respecto de compromisos definidos central y localmente.

Por otra parte, la Ley de Calidad y Equidad de la Educación ha hecho concursables, vía Alta Dirección Pública, los cargos de directores municipales de educación. Lo anterior significa mejores rentas, la definición de convenios de desempeño y mayor competencia.

A pesar de los progresos que se están visualizando, la provisión pública de la educación escolar debe ser revisada. Todavía existen rigideces institucionales, financiamiento incompleto y se requiere de un mayor foco en los aprendizajes.  En este sentido, puede definirse una variedad de alternativas de solución, las que no pasan necesariamente por una recentralización.

Ignacio Irarrázaval, director del Centro Políticas Públicas UC. 

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