5 Junio 2012
La sociedad está consciente del impacto que hemos producido a nuestro planeta producto del desarrollo. Los síntomas son variados, pero quizás el más importante es el fenómeno del cambio climático.
De acuerdo con el informe del Fondo de Conservación de la Naturaleza Internacional (WWF), utilizamos un 50% más de los recursos que la Tierra puede producir de manera sostenible. Sólo un comportamiento y una vida sustentables pueden asegurar el agua, alimento y energía para los próximos 50 años.
El rol de las universidades es clave para buscar soluciones, entregando los conocimientos y experiencias que permitan abordar el escenario que enfrentamos. Mediante la investigación se debe proponer los caminos de un desarrollo humano sustentable y, con una formación integral, educar para ello. Hoy las mejores universidades del mundo han abordado este tema desde diferentes ángulos, y han propuesto el desafío de aportar en los ámbitos de su competencia y reducir su propio impacto en el medio ambiente.
Debemos entregar a los estudiantes conocimientos, metodologías e información, ya que desastres como el de Fukushima y el derrame en el golfo de México enseñan los devastadores efectos que pueden tener las acciones humanas. Tenemos la responsabilidad de formar científicos y profesionales con conocimientos de futuro en temas de impacto ambiental y en los efectos del cambio global en las comunidades. De esta manera, como parte del proceso formativo, se debe enfrentar a los estudiantes con situaciones reales, especialmente aquellas que, junto con afectar el medio ambiente, van a tener una repercusión en las comunidades que lo componen.
Es necesario avanzar en la integración entre disciplinas, ya que asumir los desafíos de un modelo sustentable requiere un diálogo fluido entre éstas. En la UC trabajamos en la tarea de consolidar centros interdisciplinarios como plataformas para enfrentar los desafíos que nos presenta la sociedad. El Centro de Cambio Global ha tenido impacto académico e influencia en el debate en torno al fenómeno de cambio climático. Por otra parte, el aporte desde el derecho, economía, biología, geografía y otras áreas permite una formación actualizada. Además, el programa College permite a los estudiantes estructurar sus carreras con mayor flexibilidad, traspasando las tradicionales fronteras en la universidad. Iniciativas como PuentesUC y los cursos de aprendizaje y servicio conectan los requerimientos de la comunidad con las prácticas profesionales de nuestros estudiantes.
La educación formal se basa en la experiencia cotidiana, por lo que debemos ver la infraestructura y operaciones de nuestros campus de manera similar a un programa de estudios. Nuestras instituciones deben ser coherentes en el tema de la sustentabilidad, y desarrollar un modelo de laboratorio que pueda ser transferido al país a una escala mayor. Temas como la reducción del consumo de energía y el agua, el mejor uso de los recursos, el trabajo de ReciclaUC en el manejo de la basura y los elementos reciclables, la utilización de la tierra, productos amigables con el medio ambiente, entre otros, son nuestro camino, el presente y futuro.
Vivir un proyecto de sustentabilidad universitaria requiere un compromiso institucional, que permita plasmar las intenciones en acciones concretas. Luego de adherir al protocolo de campus universitario sustentable, hemos generado un plan para implementar propuestas de futuro. Nuestro desafío es ayudar para entregar un mejor planeta y país que el recibido, en el cual vivimos y nos desarrollamos. Las nuevas generaciones lo esperan y demandan. Esta es una meta global y sustentable.
Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile.