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No es Atacama, es la educación pública

28 Octubre 2023


SEÑOR DIRECTOR:

A raíz del caso de Atacama, pareciera estarse comprobando que la implementación del sistema de educación pública contra viento y marea tiene más de idealismo ideológico, que foco en los resultados de aprendizajes de los niños.

Uno de los argumentos para la creación de un Sistema de Educación Pública el año 2017, fue “el deber del Estado de garantizar el derecho a la educación en todo el territorio nacional”, lo que justamente se está incumpliendo en Atacama, con el servicio educativo interrumpido por más de 50 días y miles de niños sin clases.

Pero más grave aún es la afirmación: “Mineduc no tiene ninguna herramienta para intervenir”. La Ley de Aseguramiento de la Calidad de Educación establece la posibilidad de designar un administrador provisional cuando exista un riesgo que pueda afectar la continuidad del servicio, lo que sucede ahora. ¿El Ministerio ha instruido a la Superintendencia de Educación para iniciar algún proceso al respecto? Peor aún, los profesores, por ser funcionarios públicos, tienen prohibición de huelga y los días perdidos deben ser descontados de las remuneraciones, pero nada de esto ha ocurrido hasta la fecha, transgrediendo el Estatuto Administrativo. Justamente, el proceso de desmunicipalización buscaba corregir la dilución de responsabilidades en la gestión educacional por parte de los municipios.

El 2021 sugerimos no implementar la segunda etapa del sistema en los plazos originales. Según comprobamos en un estudio se pondrían en riesgo los procesos mínimos de instalación, como la conformación de equipos y el traspaso de infraestructura. A pesar de no haber sido escuchados inicialmente, la ley miscelánea de Educación (2023) permitió tardíamente una ampliación de plazos, lo que no conlleva necesariamente mejores mecanismos de éxito para el proceso. Un reciente informe de la Contraloría formula 11 observaciones complejas a la gestión de la Dirección de Educación Pública, lo que es un indicio claro de la necesidad de una mejor gestión y más apoyo para la implementación.

Llegó la hora de asumir que este proceso es más complejo que lo concebido inicialmente. Por lo tanto, debe no solo pausarse sino también reducir su intensidad, que el gobierno asuma un liderazgo eficaz y, por qué no, permitir a los municipios con buen desempeño retener los colegios sujetos a las condiciones generales del sistema.

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