19 Octubre 2023
La promesa de crear un Sistema Nacional de Cuidados fue uno de los pilares en la campaña del Presidente Gabriel Boric. Se propuso no solo la ampliación de la cobertura de los programas existentes, sino también la creación de nueva oferta programática provista por el Estado. El cuidado, aunque se hace más notorio en algunas etapas del ciclo vital, está presente en la vida de todas las personas. Pese a ello, es una tarea tradicionalmente invisibilizada, que se ejerce de manera informal, sin retribución económica y con base en la familia. Estudios demuestran que las mujeres destinan el doble de horas al día que los hombres al cuidado de niños, niñas y personas dependientes y, de acuerdo a la Casen 2022, el 64% de quienes ejercen esta labor son mujeres (solo un 4% menos que en la medición 2017).
De más está decir que quienes cuidan tienden a ejercer múltiples roles y a contar con poco apoyo, lo que afecta fuertemente su salud y su calidad de vida. En línea con el programa de gobierno, en abril de este año se conformó un consejo asesor presidencial, integrado por diez ministerios, para elaborar la Política Nacional e Integral de Cuidados. En este contexto, desde el Centro de Políticas Públicas UC convocamos a un grupo interdisciplinario de docentes de la universidad para generar propuestas en esta materia. Entre las sugerencias está que el sistema se rija por algunos principios, como el enfoque de derechos, que implica concebir los cuidados como un derecho humano y a las personas cuidadoras como sujetos de derecho; el enfoque de género y la corresponsabilidad, de modo de promover un mayor involucramiento de los hombres y de la sociedad en general; y un foco en las personas, con políticas de cuidados que sean respetuosas y respondan a las preferencias, necesidades y valores de los involucrados.
La inversión estatal en esta materia ha demostrado tener importantes beneficios, tales como potenciar la creación de empleo —especialmente femenino—, favorecer la autonomía económica de las mujeres, y aumentar los ingresos del Estado mediante impuestos y contribuciones a la seguridad social. No obstante, el costo asociado es considerable —en torno al 2% o 3% del PIB en algunos países—, más aún si se aspira a universalizar las prestaciones. Para enfrentar este fenómeno, que expertos han llamado “crisis de los cuidados”, deben contribuir de manera conjunta la familia, el Estado, el sector privado y la comunidad. Desde ese punto de vista, es un gran paso la constitución del consejo asesor y los diálogos participativos que se están impulsando; sin embargo, consideramos esencial poner el foco en cómo será la implementación de este sistema, priorizando hacer mejoras o rediseños a los programas ya existentes, en lugar de crear otros nuevos que pudieran diluir los esfuerzos en esta importante materia.