10 Junio 2021
Señor Director:
La participación de la ciudadanía es fundamental al momento de pensar una constitución que se proyecte en el tiempo. Cuando está bien hecha, se aprende que la ciudadanía no es homogénea y que, aunque muchos puedan hacer política arrogándose su voz y su soberanía, la realidad muestra que Chile, una sociedad diversa, no puede ser reducida a una única voz. Las personas pensamos distinto, y no hay ONG, o grupo específico, que nos represente a todos en todo, ni que en nuestro nombre pueda definir lo que quiera. Por eso las democracias han avanzado en el balance de poderes, por eso los representantes duran un tiempo acotado, y por eso tenemos distintos tipos de representación. Pero también por eso se necesitan representantes: la complejidad de las sociedades, y su diversidad, necesita llevarse a construcciones comunes.
La participación de la ciudadanía es por tanto un complemento de los espacios de representación. No un sustituto. Bienvenida en la convención la participación vinculante: es la que produce un vínculo entre representantes y participantes; bienvenida la participación incidente, es la que es considerada como insumo para la toma decisiones de los representantes, pero siempre cuidando su representatividad, porque no es bienvenida la participación entendida como la sustitución de algunos, por la representación de los constituyentes y la voz de toda la ciudadanía.
Cuando se hace política comparada, y cuando se mira nuestra experiencia reciente con los Encuentros Locales Autoconvocados de la Presidenta Bachelet, se puede entender que la participación es también un proceso formativo, en el cual la ciudadanía aporta con sus opiniones, pero también conoce las de otras personas, los contextos, las formalidades y los lindes de todo proceso de diálogo.