31 Enero 2018
Según la Encuesta de Alfabetización y Comportamiento Financiero en Chile 2017, del Centro de Políticas Públicas UC, la mayoría de los encuestados califica su conocimiento financiero con una nota cercana a 5, mientras que el desempeño real solo llega a 3,4.
Un 3,4 es la nota que obtiene Chile en alfabetización financiera de acuerdo al estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas UC, con la colaboración de Banco Santander, en el marco del Programa de Educación Financiera en la Escuela, para evaluar la comprensión de conceptos y productos financieros entre los chilenos.
En la comparativa internacional, el rendimiento de Chile alcanza el 47%, bajo el promedio OCDE de 64%, y detrás también de Perú (59%) y México (54%).
El promedio de 3,4 (en escala de 1 a 7) obtenido por los encuestados tras realizar los ejercicios prácticos, se distancia de la autoevaluación respecto de sus conocimientos financieros, evaluados con nota 4.5. El análisis detallado de los resultados de esta encuesta están contenidos en el Informe “Estudio de alfabetización y comportamiento financiero en Chile: análisis comprensivo del impacto de la educación financiera”.
La alfabetización financiera, tal como lo define la OCDE, es el nivel de comprensión de conceptos y productos financieros de las personas, así como su habilidad y confianza para tener conciencia de los riesgos y oportunidades financieras, para tomar decisiones informadas y ejecutar acciones que mejoren su bienestar financiero.
Según los resultados del estudio, el uso de servicios financieros, las fuentes de deuda y el comportamiento financiero se encuentran diferenciados por sexo y nivel socioeconómico. Hombres y personas de alto nivel socioeconómico usan productos más sofisticados (inversiones en bolsa, créditos hipotecarios, cuentas corrientes). Mujeres y personas de nivel socioeconómico bajo tienen menos productos financieros. Asimismo, se tienden a endeudar en mayor medida con supermercados, cajas de compensación y servicios básicos y, en general, a demostrar menores niveles de planificación, cotización y ahorro. Estos datos ayudan a caracterizar subpoblaciones relevantes a las que se podrían dirigir programas de educación financiera.
Macarena Cea, subdirectora de Investigación Aplicada del Centro de Políticas Públicas UC, sostuvo que “las desigualdades estructurales evidenciadas por el estudio podrían ser subsanadas parcialmente por programas de educación financiera diseñados según las necesidades de cada grupo. La relevancia de esta investigación está en hacer una propuesta concreta de política pública que desafía lugares comunes del discurso que normalmente se maneja en torno a estos temas”.
En tanto, Claudio Soto, economista jefe de Banco Santander, planteó que “los resultados refuerzan la necesidad de seguir profundizando el trabajo que realizamos, nosotros en particular y la industria en general, en educación financiera. El estudio es muy útil pues nos permite poner foco en aquellos sectores que hoy aparecen más rezagados. Iniciativas más amplias, como la incorporación de conceptos financieros en el currículum escolar, siguen siendo muy importantes”.
Detalle de los resultados
Alfabetización financiera. El rendimiento generalizado en la escala propuesta de 7 ítems de conocimiento sobre temas financieros es de un 47%. Las diferencias más grandes se encuentran estratificando por nivel socioeconómico: sectores altos tienen un rendimiento del 59%, versus un 41% de estratos bajos. Estos números ubican a Chile en la parte baja de los países de la OCDE
Interés simple. Solo el 28,3% responde correctamente el ejercicio. El mejor desempeño lo tienen los hombres: 4 de cada 10 contestan acertadamente, superando el resultado de las mujeres, quienes obtienen un 16,8% de respuestas correctas.
Interés compuesto. El 53,9% desarrolla correctamente el ejercicio, ubicándose por debajo del promedio de la OCDE. Los mejores resultados los obtienen hombres, tanto jóvenes como de mediana edad y de nivel socioeconómico medio y alto.
Inflación. Chile tiene uno de los peores rendimientos en la pregunta de inflación respecto de la OCDE. El 40,2% de los encuestados responde en forma correcta, ubicándose en el penúltimo lugar, superando solo a India. El mejor desempeño lo registran hombres mayores de 55 años; en tanto, sólo 3 de cada 10 jóvenes (entre 18 y 35 años) lo hacen correctamente.
Diversificación de riesgo. El resultado es similar al de interés compuesto, se mantiene la diferenciación por sexo y nivel socioeconómico y un bajo rendimiento en el contexto internacional. Las respuestas correctas alcanzan un 46,7%.
Acceso al sistema financiero y fuentes de deuda. Los hombres tienen en promedio a 3.1 productos financieros y las mujeres, solo 2.6. Individuos de nivel socioeconómico alto, por su parte, tienen en promedio 3.9 productos, mientras que personas de nivel socioeconómico bajo, sólo 2. Existen diferencias cualitativas en el tipo de producto, fenómeno que se repite analizando las fuentes de deuda.
Comportamiento financiero. Estas diferencias se repiten a nivel de comportamiento. Hombres y personas de nivel socioeconómico alto demuestran tener mayores niveles de cotización (hombres 58%, mujeres 44%), planificación y ahorro, así como menores niveles de morosidad y de dificultad de llegar a fin de mes (29%, contra un 57% del nivel socioeconómico bajo).
Modelos estadísticos. Características de los individuos como su ingreso, nivel educativo, sexo o etnicidad (entre otros) son determinantes tanto para la alfabetización financiera como para el comportamiento. Estas dos últimas variables, sin embargo, no demuestran tener una relación estadísticamente significativa.