22 Julio 2021
Entre los resultados de la Casen 2020, llama la atención el aumento de la pobreza en el país, tanto la extrema como la no extrema. Javiera Troncoso, asesora en políticas públicas del PNUD; Tomás Rau, director del Instituto de Economía UC; y Rodrigo Jordán, director de la Fundación para la Superación de la Pobreza, comentaron estos resultados.
La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) es una medición realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y que se lleva a cabo cada dos o tres años. En esta ocasión, la Casen se aplicó a finales de 2020 y tuvo su foco en medir la pobreza por ingresos.
El Centro de Políticas Públicas UC desarrolló un seminario virtual, en el que la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, presentó los resultados de la Casen 2020. Luego, se generó un espacio de conversación en el que tres expertos en la materia dieron su visión sobre los datos y sus diversos significados.
Entre los resultados, uno de los números que llamó la atención fue el aumento de la pobreza en el país, tanto en la no extrema, que pasó de 8.6 a 10.8, y la extrema, que varió de 2.3 en 2017 a 4.3 en 2020.
Estos números fueron analizados por la Cepal, quienes observaron que las cifras serían aún peores sin las medidas de contención realizadas por el gobierno. En concreto, la pobreza no extrema podría haber llegado a 13.7 y la extrema a 5.9.
Otra de las áreas donde la subsecretaria puso especial énfasis fue en la caída de ingresos del trabajo en los hogares del país, donde comparó los números actuales con los de la crisis subprime vivida entre 2006 y 2009. Para ponerlo en contexto, durante esos años esta caída fue del 1.6%, mientras que para el 2020 el número ascendió a 11%. Respecto a la pérdida de este ingreso en el primer decil, en la crisis subprime fue de 30%. Según la última Casen, los chilenos de ese estrato sufrieron una baja en este ítem de 91 puntos porcentuales.
En su cierre, Alejandra Candia enfatizó en que el desafío mayor debe estar en la recuperación del empleo, específicamente los de sectores más vulnerables. “Esta es una crisis de ingresos del trabajo de proporciones”, dijo. Además, aclaró que el enfoque debe estar puesto en avanzar en más empleo formal y con seguridad social, priorizando los grupos más afectados por la pandemia: quintiles de menores ingresos, mujeres y migrantes.
Para Javiera Troncoso, asesora en políticas públicas del PNUD, lo más preocupante de los datos expuestos es la pérdida de trabajo. “Yo creo que lo más impactante, y debe ser para todos, es el movimiento de esta distribución de ingresos laborales, donde tenemos un primer decil en el que prácticamente el ingreso laboral desaparece”. Aclaró que lo que sigue es hacer un análisis más profundo de los números. “Creo que lo más importante acá finalmente es tratar de identificar (…) qué cosa es transitoria y qué cosa es permanente, y quienes están quedando rezagados de una recuperación que todos esperamos parta prontamente”.
Respecto a la recuperación, Tomás Rau, director del Instituto de Economía UC, estableció que se ha producido una gran diferencia entre el positivo resurgimiento de la actividad y la poca variación respecto a los trabajos perdidos. “En esta crisis atípica hemos tenido una recuperación de la actividad económica muy rápida. Si miramos las últimas cifras, la actividad económica ya recuperó los niveles pre pandemia, no así el empleo”, dijo Rau.
Por último, el director de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Rodrigo Jordán, realizó un llamado de atención sobre la importancia de no olvidar que estas cifras representan el sufrimientos de personas, chilenos y chilenas. “Tengo la preocupación de que perdemos de vista que detrás de estos números hay familias”. Además, destacó la necesidad de volver a poner la pobreza como una prioridad. “Ha llegado el momento de volver a transformar la superación de la pobreza en un gran objetivo de política pública de Estado”.
