10 Noviembre 2011
El declive en las tasas de inscripción y participación electoral de los jóvenes, ha dejado en evidencia la presencia de un “electorado en vías de extinción”. En este contexto, se está discutiendo en Chile la implementación de la inscripción electoral automática y voto voluntario con el fin de que contribuyan a incorporar a la vida política a cerca de cuatro millones de jóvenes que hoy no participan de los procesos electorales en el país.
El académico Juan Pablo Luna, del Instituto de Ciencia Política UC, presenta sus argumentos en contra de esta propuesta, en el documento titulado: “Jóvenes, inscripción automática y voto voluntario: ¿El tipo de reforma que debemos evitar?”publicado por el Centro de Políticas Públicas UC.
El trabajo fue presentado en una mesa de discusión realizada en septiembre pasado, en la que participaron como panelistas el diputado Cristián Monckeberg, jefe de la bancada de Renovación Nacional; Vicente Espinoza, académico del Instituto de Estudios Avanzados USACH; Diego Schalper, director ejecutivo Idea País; y Nicolás Valenzuela, director ejecutivo de Sentidos Comunes.
De aprobarse la inscripción automática y el voto voluntario, el académico vislumbra dos posibles escenarios. Por un lado, de no mediar otras reformas políticas que acerquen el sistema político a los jóvenes no inscritos, el escenario más probable es que las tasas de participación electoral declinen aún más y aumente la segmentación socioeconómica de los votantes. Por otra parte, si los candidatos políticos deciden intentar movilizar a los jóvenes no inscritos, es probable que lo hagan con discursos que fortalecerían lógicas caudillistas y anti partido ya presentes en la política chilena contemporánea.
Ante estas dos posibles realidades, Luna propone la inscripción automática y el voto obligatorio que reduciría los costos de entrada, renovaría el electorado, pero con menor incertidumbre y sería más neutral en términos socioeconómicos. Sin embargo, recalca que esta medida se debe insertar en un set de reformas políticas más ambicioso y con una mirada de conjunto.
Nicolás Valenzuela comentó que para atraer nuevos votantes “no basta con renovar las plataformas programáticas sino también comportamientos”, por lo que el problema no se agotaría ahí. Además, para él es una “ambigüedad” hablar de la importancia de los partidos políticos como concepto en lugar de estos partidos políticos, refiriéndose a los partidos existentes actualmente en nuestro país.
Para, Vicente Espinoza, la pregunta que hay que hacerse es “¿qué gatilla la participación de los jóvenes en política?”. Continuó diciendo que una de las cosas que frena la participación electoral es la designación de candidatos y que “es difícil esperar cambios desde los propios partidos, ya que aumenta la incertidumbre”.
“No hay que demonizar los sistemas”, afirmó Diego Schalper. Según él, para solucionar el problema de la participación electoral es necesario flexibilizar los trámites para organizaciones sociales, facilitar la creación de partidos y educación cívica.
El último en tomar la palabra fue el diputado Cristián Monckeberg, quien reconoció:“Hay temor a lo que se viene, a lo que piensan esos jóvenes”, refiriéndose a lo que piensa el sector político de los jóvenes que no se encuentran inscritos para votar actualmente. Sin embargo, “voluntad política, hay”, afirmó.
Revise además las presentaciones del seminario “Reflexiones para un nuevo marco jurídico de los partidos políticos”.
