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Regeneración habitacional en lotes de 9x18: académicos proponen una solución para acabar con el déficit de viviendas

8 Enero 2020


El déficit de vivienda y el allegamiento es un problema que aqueja a una parte importante de la población. Actualmente, en la Región Metropolitana hay 27.350 familias que viven en los denominados barrios tipo 9×18 y que requieren una solución habitacional. Una realidad que podría tener una solución dentro de ese mismo terreno, de acuerdo al proyecto Hacia un modelo integral de regeneración urbano habitacional con densificación en barrios 9×18, que fue adjudicado en marzo de 2019 a través de la decimocuarta versión del Concurso de Políticas Públicas UC y finaliza en marzo de 2020 con la publicación del libro Propuestas Para Chile.

Los académicos UC Rodrigo Tapia y Rosanna Forray, de la Facultad de Arquitectura; Consuelo Araos, del Instituto de Sociología; y Diego Gil, de la Escuela de Gobierno, plantean en este trabajo que la regeneración de estos barrios posibilitaría la construcción de 640 mil viviendas nuevas, lo que corresponde a 1.5 veces del déficit nacional total. “Nuestra propuesta apunta a una política pública de regeneración que integra lo urbano y habitacional, que se focaliza en comunidades geográficamente definidas, en barrios con déficit habitacional y potencial de densificación”, enfatizó Tapia, quien fue el encargado de exponer esta propuesta en un seminario que se realizó el 7 de enero en el Centro de Extensión de la Universidad Católica.

Según señaló, esto permitiría que, además de optar a una vivienda propia de buenas condiciones en el mismo barrio que actualmente habitan, estas familias no pierdan sus redes familiares y vecinales. Pero también permitiría incentivar la densificación a escala media al incorporar nuevos habitantes en construcciones de 4 pisos, mejorar el espacio público y articular a los distintos actores involucrados, tanto del gobierno central y local, como a la comunidad.

Luego de la exposición, la propuesta fue comentada por un panel de expertos, conformado por Rodrigo Araya, jefe Departamento de Gestión Urbana (s), División Desarrollo Urbano en MINVU, Carlos Araya, jefe Departamento de Atención a Grupos Vulnerables, División de Política Habitacional en MINVU; Sara Campos, gerente de Vivienda Social de la Municipalidad de Peñalolén; y Catalina Justiniano, arquitecta integrante del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.

Rodrigo Araya destacó el potencial de viviendas adicionales que se podrían construir bajo este modelo, y que superarían el déficit cuantitativo. Además, enfatizó que también hay un potencial respecto al espacio público, entendido como áreas verdes, argumentando que “hoy día son casi 19 m2 por habitante en estos sectores, por lo que densificar al doble o un poco más, no afectaría mucho la calidad de vida, porque muchas veces el espacio público que está ahí no tiene la calidad adecuada para satisfacer a esos habitantes, por lo tanto, tienen la potencialidad de aumentar la densidad, quedarse con menos espacio público, pero con una calidad mucho mejor”.

La propuesta de este modelo para la regeneración de lotes de 9×18 también fue valorada por Carlos Araya, quien señaló que este trabajo ha sido fundamental para la construcción y evolución en el avance de una línea de regeneración con estas características desde el Ministerio, cuyo principal desafío es la escalaridad, ya que generalmente como microdensificación ha apuntado a una solución habitacional individual. Además, Araya destacó el “aporte que ha hecho este equipo en relación a la caracterización de los barrios, de las familias, de las lógicas y las dinámicas y sí creemos que hay ciertos desafíos por delante en cuanto empezar a entender la disposición de las personas a superar el lote y a trabajar de manera conjunta”.

En esa misma línea, Catalina Justiniano valoró que este plan de regeneración tiene una propuesta de forzar lo colectivo, que ha sido una piedra de tope cuando se busca densificar lotes de estas características. “Siempre está la familia con su situación, con sus núcleos, pero que al enmarcarse dentro de un plan hace forzar el pensarse en colectivo y hace inmediatamente involucrar a otros actores. Desde ahí el municipio tiene que ser un súper motor, pero como sugerencia, creo que habría que darles más fuerza a las juntas de vecino”, agregó Justiniano, quien además explicó que, por primera vez, la microdensificación está en la agenda del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.

Por su parte, Sonia Campos ve un cambio de paradigma en esta propuesta, al considerar la potencialidad de los barrios, más que centrarse en la dificultad que ha generado la falta de suelo. Por otro lado, señaló que “cuando hablamos de ésta política pública, debemos avanzar en el cambio de paradigma en lo que consideramos participación, porque por lo general se busca que las comunidades lleguen cuando las políticas ya están definidas y no elaboramos con ellas desde el inicio”.

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