29 Noviembre 2024
Expertos analizaron cómo la inteligencia artificial y la velocidad tecnológica están transformando la democracia, desafiando sus bases tradicionales y abriendo nuevos caminos para la participación ciudadana.
El Centro de Políticas Públicas UC, en conjunto con la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, llevó a cabo el seminario ¿El fin de los políticos? Democracia e Inteligencia Artificial, en el marco del ciclo Desafíos de la Democracia. Este evento, que se realizó de manera presencial y se transmitió por YouTube, reunió a expertos con el objetivo de explorar los retos y oportunidades que la inteligencia artificial (IA) presenta para los sistemas democráticos actuales.
El expositor de la jornada fue César Hidalgo, físico y destacado experto en inteligencia artificial aplicada, quien actualmente se desempeña como profesor en el Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Toulouse School of Economics, Francia. En su presentación, titulada “El comienzo de una agenda de investigación en democracia aumentada”, Hidalgo ofreció un análisis sobre cómo la IA puede transformar las dinámicas democráticas.
Reflexiones desde el estallido social
Hidalgo comenzó su presentación recordando el estallido social de 2019 en Chile, un evento que lo inspiró a desarrollar la plataforma Chilecracia para capturar las prioridades ciudadanas en un contexto de crisis. Explicó que esta plataforma permitió a los ciudadanos comparar propuestas como el aumento del sueldo mínimo o la creación de una asamblea constituyente, generando valiosos datos sobre las preferencias colectivas. Sin embargo, también evidenció tensiones inherentes al intento de alcanzar consensos en temas divisivos. “Lo que realmente estaba llevando a esta discusión no eran las cosas en las que las personas estaban de acuerdo, sino aquellos temas que dividían a la población por la mitad”, comentó Hidalgo.
Innovaciones en democracia digital
En su exposición, Hidalgo destacó el desarrollo de nuevas herramientas digitales para abordar las complejidades de la democracia moderna. Un ejemplo fue la evolución de las plataformas participativas hacia contextos electorales en Brasil y Francia, donde se analizaron las preferencias de los ciudadanos respecto a propuestas específicas de los programas de gobierno de candidatos presidenciales.
A través del uso de modelos de lenguaje avanzados (LLMs), explicó cómo su equipo ha logrado predecir preferencias políticas individuales con una precisión notable. Estas técnicas no solo identifican áreas de acuerdo, sino que también analizan puntos de desacuerdo, ofreciendo una visión más integral de las dinámicas políticas.
Hacia una agenda de investigación en democracia aumentada
Hidalgo concluyó su presentación compartiendo detalles sobre un proyecto de investigación financiado por el Consejo Europeo de Investigación, que desarrollará innovaciones democráticas utilizando inteligencia artificial y plataformas de participación digital. “Este proyecto busca aprender lecciones valiosas al comparar grupos de control y de tratamiento en foros deliberativos, integrando intervenciones digitales y analizando sus efectos en la dinámica democrática”, explicó.
Reflexiones del panel
Tras la exposición de Hidalgo, el panel de expertos aportó diversos puntos de vista sobre los desafíos que plantea la inteligencia artificial para la democracia.
Guido Girardi, exsenador y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro, enfatizó cómo la era digital ha transformado las dinámicas sociales y políticas, destacando la inmediatez como un fenómeno disruptivo. También señaló el impacto de los algoritmos en la polarización y la fragmentación social. “Hoy, los algoritmos amplifican contenidos extremos, polarizando audiencias y fracturando la sociedad en grupos de iguales que se autoafirman, lo que representa un riesgo para la cohesión social y la democracia”, explicó, añadiendo que esta dinámica genera audiencias cautivas y personalizadas que socavan el sentido colectivo.
Verónica Hurtado, académica de la Escuela de Gobierno UAI, coincidió con Girardi en los riesgos asociados al uso de modelos de lenguaje cerrados y al impacto económico de la inteligencia artificial. “El uso de inteligencia artificial en la economía ya representa un shock que desplaza a una parte significativa de la fuerza laboral, generando alienación y demandas populistas radicales. Esto, junto a las campañas de desinformación, refuerza el desencanto hacia las instituciones democráticas”, advirtió.
Por su parte, Martín Tironi, director de la Escuela de Diseño UC, complementó los análisis anteriores llamando a evitar tanto el “tecnosolucionismo” como el pesimismo extremo respecto al rol de la IA en la democracia. “La democracia no puede reducirse a una técnica de administración de preferencias. Es un espacio de deliberación, donde valores como la libertad, la justicia y la solidaridad deben primar. Si reemplazamos la política por inteligencia artificial en busca de eficiencia, olvidamos que la política existe precisamente para administrar la complejidad y la ambigüedad”, argumentó.
El experto en marketing político digital Pablo Matamoros reflexionó sobre la velocidad de los cambios tecnológicos y cómo están erosionando las bases tradicionales de la democracia liberal. “La democracia, tal como la conocemos, enfrenta desafíos inéditos. La velocidad con la que evolucionan las redes sociales y la IA nos obliga a resignificar nuestras formas de organización política y social”, explicó Matamoros. También cuestionó la estabilidad de la autopercepción en una era marcada por cámaras de eco y desinformación.
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